No sé si le ha pasado -y sucede con mucha frecuencia-, hay personas que cuando se acercan a un aeropuerto, comienzan a sentir una sensación extraña en su estómago y en todo su cuerpo. Una sensación que no es normal, que no pasa todos los días, una sensación especial y diferente.
Para muchas personas, esas extrañas sensaciones son la respuesta del organismo, a una emoción producto de la alegría por un viaje de trabajo o negocios, por llegar a ver a la novia que no ve hace meses o por reencontrarse con la familia que no visitaba hace algún tiempo; también por el inicio de unas vacaciones esperadas para conocer una determinada ciudad o país, etc, etc. Todas éstas sensaciones, están asociadas a situaciones que el viajero considera positivas desde el momento mismo de tener un tiquete en la mano.
Pero para otras personas con estas mismas sensaciones en su cuerpo, le producen lo contrario: miedo, ansiedad, temor intenso y hasta pánico o bloqueo total de su pensamiento; sus ideas son siempre negativas, sin importar cuales sean los beneficios o resultados económicos, laborales, familiares o personales que conllevan realizar dicho viaje.
Estas últimas personas, cada vez que se acercan más al aeropuerto y con mayor razón, al momento de subir a un avión, piensan que les está llegando la hora de pasar a "la guillotina" o algo peor, sentarse en su propia silla eléctrica -la silla 12A que le asignaron en el counter de la aerolínea- y es claro para ésta persona, que le está llegando la hora de terminar para siempre sus días en esta querida tierra, donde hay tanta gente que le quiere y le necesita y quienes por cierto van a sufrir por su ausencia eternamente.
Estas palabras que esta leyendo no son broma, son un sentimiento real para éstas personas y por ello éste blog quiere enfocarse a trabajar con quienes consideran que esto es lo que les pasa y que al volar se van a morir. Para no viajar, hasta piensan en cancelar el vuelo y si pueden, se devuelven a su casa. Si no lo hacen por que obligatoriamente tienen que viajar, se suben al avión por evitar un despido de la empresa para la cual trabaja o para que su familia le vote por la ventana del mismo avión, si desiste de viajar con ellos a pasar sus vacaciones.
Y aunque repito, que esto parece cómico para algunos, no lo es para quienes tienen miedo a volar. Ese sufrimiento es sin duda muy fuerte y doloroso, es una viviencia muy complicada y no saben que hacer. Por fortuna, sí hay manejo para estos casos y por ello, les invito a compartir sus miedos y a conocer algunas formas para superlos; además es importante que sean concientes que no están solos padeciendo esa enfermedad. Si desea colocar su nombre esta bien o si prefiere un pseudónimo inicialmente.
Pronto les invitaré a hacer un test gratis, para identificar el grado de miedo que tiene usted y de acuerdo a ello, poder establacer cual puede ser el manejo más indicado de su caso.
Como Psicólogo que soy y vinculado a la aviación por más de 30 años, conózco de cerca el tema y estoy dispuesto a ayudarle, siempre y cuando usted tenga la necesidad de buscarle salidas a su problema.
Si conoce a tres personas con el mismo problema suyo, facilíteles la dirección del blog.
Santiago Izquierdo I. PS
Para muchas personas, esas extrañas sensaciones son la respuesta del organismo, a una emoción producto de la alegría por un viaje de trabajo o negocios, por llegar a ver a la novia que no ve hace meses o por reencontrarse con la familia que no visitaba hace algún tiempo; también por el inicio de unas vacaciones esperadas para conocer una determinada ciudad o país, etc, etc. Todas éstas sensaciones, están asociadas a situaciones que el viajero considera positivas desde el momento mismo de tener un tiquete en la mano.
Pero para otras personas con estas mismas sensaciones en su cuerpo, le producen lo contrario: miedo, ansiedad, temor intenso y hasta pánico o bloqueo total de su pensamiento; sus ideas son siempre negativas, sin importar cuales sean los beneficios o resultados económicos, laborales, familiares o personales que conllevan realizar dicho viaje.
Estas últimas personas, cada vez que se acercan más al aeropuerto y con mayor razón, al momento de subir a un avión, piensan que les está llegando la hora de pasar a "la guillotina" o algo peor, sentarse en su propia silla eléctrica -la silla 12A que le asignaron en el counter de la aerolínea- y es claro para ésta persona, que le está llegando la hora de terminar para siempre sus días en esta querida tierra, donde hay tanta gente que le quiere y le necesita y quienes por cierto van a sufrir por su ausencia eternamente.
Estas palabras que esta leyendo no son broma, son un sentimiento real para éstas personas y por ello éste blog quiere enfocarse a trabajar con quienes consideran que esto es lo que les pasa y que al volar se van a morir. Para no viajar, hasta piensan en cancelar el vuelo y si pueden, se devuelven a su casa. Si no lo hacen por que obligatoriamente tienen que viajar, se suben al avión por evitar un despido de la empresa para la cual trabaja o para que su familia le vote por la ventana del mismo avión, si desiste de viajar con ellos a pasar sus vacaciones.
Y aunque repito, que esto parece cómico para algunos, no lo es para quienes tienen miedo a volar. Ese sufrimiento es sin duda muy fuerte y doloroso, es una viviencia muy complicada y no saben que hacer. Por fortuna, sí hay manejo para estos casos y por ello, les invito a compartir sus miedos y a conocer algunas formas para superlos; además es importante que sean concientes que no están solos padeciendo esa enfermedad. Si desea colocar su nombre esta bien o si prefiere un pseudónimo inicialmente.
Pronto les invitaré a hacer un test gratis, para identificar el grado de miedo que tiene usted y de acuerdo a ello, poder establacer cual puede ser el manejo más indicado de su caso.
Como Psicólogo que soy y vinculado a la aviación por más de 30 años, conózco de cerca el tema y estoy dispuesto a ayudarle, siempre y cuando usted tenga la necesidad de buscarle salidas a su problema.
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Santiago Izquierdo I. PS
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