Sobre el "miedo a volar" se puede hablar mucho, pero lo que nos deja claro la experiencia terapéutica, es que el miedo no desaparece al 100%.
Los avances logrados por los pacientes, son graduales y normalmente positivos, pero en sus mentes siempre quedará un "recuerdo" de lo que alguna vez sufrió, de su miedo a volar. Es por ello que afirmamos, que esa idea y esas vivencias, no desaparecen de la memoria, como cuando usted borra un tablero o quizá cuando resetea un disco duro de un computador, los que si pueden quedar limpios.
Lo importante, es que entre más se avance en el proceso, mejores serán los resultados y a más vuelos que se puedan tener, menor será el miedo a volar. Quienes padecen el miedo, deben saber que no hay gotas mágicas o fórmulas preestablecidas para borrar de su mente el miedo. El conocer más prontamente los motivos generadores del miedo a volar, le permitirán entender el por qué de su situación.
En la práctica vemos muchos casos de personas que tienen "miedo a morir" y al exponerse a un vuelo, piensan que se acercan más a esa terrible situación. Para otros, ver todo desde un sitio tan alto, a 20 mil pies de altitud y verse tan lejos de la tierra (miedo a las alturas) le activa el miedo y para evitarse esa sensación, van a viajar preferiblemente por tierra de un lugar a otro. Algunas otras personas, tienen miedo a los recintos cerrados y un avión en vuelo, es una situación donde se sienten mal y les "falta oxigeno" para poder respirar. Para otros, es el miedo a las multitudes y volar en aviones de más de 20 personas, ya es una gran multitud. Por todo lo mencionado antes, vemos como en el avión, se pueden entre mezclar muchos miedos. En el fondo de estos casos, los miedos a otras cosas se combinan y manifiestan en el avión y por ello optan por decir que tienen miedo a volar, pero en realidad, son otras las causas.
Hay otras personas, que no tienen como origen el miedo a nada de lo dicho antes. Hay casos de ejecutivos, personas muy organizados y muy amigos del control eficiente del tiempo, que se sienten temerosos de ir a un vuelo, porque no saben que es lo que pasa en la cabina de la tripulación "tras esa puerta cerrada" y siempre están a la expectativa de aterrizar "pronto". Cuando llegan a tierra, su nivel de estrés se reduce totalmente. En el avión no tienen el control de nada.
Hay personas que les gusta siempre llevar el control de la situación y cuando están alejados de esa opción, su nivel de estrés, aumenta y ello los lleva a tener un sentimiento de pérdida y temor; por ellos, que pudiesen ver lo que están haciendo los Pilotos en la cabina durante el vuelo. Estos pasajeros no tienen el control de la situación y por supuesto tampoco saben, por qué se mueve el avión o por qué se inclinaba hacia un lado o hacia otro.
La experiencia de volar un avión, así sea en una cabina de simulador, para ellos se convierte en una oportunidad de llevar el avión bajo su mando, de controlar la situación de la misma forma como cuando maneja su auto o conduce los destinos de su empresa, lo que lógicamente también implica riesgos. Esa experiencia en cabina, les aporta no solo conocimientos, sino que adquieren hábitos positivos para poder viajar en avión y lo más importante, permitir que los Pilotos hagan lo que ellos saben hacer. Ahora podrán entender, porque algunos ejecutivos en el mundo, que confesaron tener miedo a volar, terminan aprendiendo a volar y obteniendo sus licencias de Pilotos Privados; para tener el control del avión y de todas sus cosas.
Como lo indica el título de hoy, todo lo que se realice, para reducir el miedo a volar, es ganancia, pero el recuerdo que tuvo miedo en el pasado, no se elimina nunca. Se podría decir, que se aprenderá a vivir con el.